En verano, con las calores y las ganas de darse un baño, en el mar o en la piscina, hace falta proteger los oídos antes de sumergir la cabeza en el agua.

Publicación Optical Center, Manu Gosselinois 04.06.2019 - 16h53

¿Cómo entra agua en los oídos?

Después de nadar o bucear puede entrar agua en los oídos. El agua pasa al conducto auditivo sin que le sea luego posible salir y queda estancada. La mayoría de las veces el agua desaparece por sí sola poco tiempo después, o bien conseguimos sacarla agitando la cabeza. Sin embargo, si la sensación de tapón en el oído persiste, habrá que actuar en consecuencia.

¿Qué consecuencias tiene tener agua en los oídos?

Cuando nos sumergimos en el fondo del mar o de una piscina, sentimos la presión del agua, siendo posible sentir un dolor en los tímpanos. Este fenómeno puede tener repercusiones en la audición o provocar trastornos auditivos permanentes. Al sumergir los oídos en el agua también se puede taponar el conducto auditivo, lo que podría multiplicar las bacterias y los hongos. La humedad puede provocar otitis y, si no se cura bien, hay riesgo de sordera de transmisión.

Cómo evitar el agua en los oídos?

Para evitar que entre agua en el oído es posible usar protección auditiva a la hora de nadar o sumergirse en el agua. Los tapones de silicona son los más recomendados y puede adquirirlos en un negocio especializado. Evitará así que penetre agua en los oídos. Los tapones pueden reutilizarse después de limpiarlos y desinfectarlos.