Al mejorar la calidad y diversidad de nuestra dieta, preservamos nuestra salud en general, pero también nuestra capacidad auditiva. Muchos estudios han demostrado vínculos entre la nutrición y la pérdida de audición. Nuestro estilo de vida y nuestra higiene alimentaria reducirían los efectos de la pérdida de audición debido a la edad y el deterioro del oído interno.

Aquí hay algunos alimentos para promover:

• Pescado: rico en Omega 3 (especialmente pescado azul, como el salmón, la trucha, las sardinas ...), comer de 1 a 2 veces por semana ayuda a asegurar una buena circulación sanguínea, especialmente en el oído interno pudiendo preservar nuestra audición y limitando los riesgos de presbiacusia.
• Fuentes de magnesio y vitaminas A, C y E: gracias a sus propiedades antioxidantes, evitan la producción de radicales libres que se forman en respuesta al ruido y, por lo tanto, limitan la pérdida de audición (brócoli, espinaca, calabaza, zanahorias, productos lácteos, huevos, pescado, aves de corral ...).
• Los vegetales verdes y las frutas ricas en vitamina C reducen el riesgo de infección del órgano auditivo, fortaleciendo nuestro sistema inmunológico (pimientos, repollos, piñas, cítricos, fresas ...).

 

• La vitamina B12 mejora la audición y preserva el tinnitus al regular nuestros glóbulos rojos. Esta vitamina está presente en productos lácteos, huevos y carne magra.
• El ácido fólico, al disminuir la producción de un aminoácido llamado homocisteína que se sospecha que es la causa de algunos tipos de sordera, promueve la circulación de la sangre en el oído interno.

Para los profesionales de la medicina herbal, sepa que los extractos de hojas de gingko biloba están indicados para tratar el tinnitus de origen vascular. Los antioxidantes que se encuentran en las uvas, las moras, los arándanos y las granadas (¡incluyendo el vino tinto!) permitirían preservar nuestra capacidad auditiva al proteger nuestros oídos de la inflamación.