En unas semanas vuelve la fiesta favorita de los melómanos: ¡la fiesta de la música! No faltarán conciertos, escenas musicales y festivales. Hay que tomar algunas precauciones, con los niños especialmente, para evitar problemas auditivos o traumatismo sonoro.

Publicación Optical Center, Manu Gosselinois 07.05.2019 - 13h53

¿Por qué es necesario proteger los oídos?

La exposición prolongada a un sonido fuerte repercute en la salud auditiva. Puede provocar acúfenos y otros daños irreversibles en la audición. Afecta a todo el mundo y, en particular, a los niños y a las personas con pérdida auditiva.

¿Qué efectos tiene una exposición prolongada al ruido?

Algunos efectos son: mayor sensibilidad a los sonidos, sensación de ruido “penetrante”, pitidos y zumbidos, signos de acúfenos e hiperacusia, o pérdida auditiva. El capital auditivo es muy valioso: las células sensoriales, una vez destruidas, ya no vuelven a crecer y su desaparición provoca una sordera gradual.

¿Cómo protegernos y atenuar los efectos de los traumatismos sonoros?

Es fundamental evitar exponerse por mucho tiempo a un volumen sonoro superior a los 102 decibelios. En caso de sensación de acúfenos, debemos retirarnos a un lugar más tranquilo, sin contaminación sonora y darnos una buena noche de sueño para que desaparezcan los síntomas. Durante los espectáculos, debemos utilizar tapones de oídos con un filtro acústico o cascos contra el ruido en el caso de los niños. De esta forma quedan protegidos los oídos al tiempo que se disfruta de la música a un volumen razonable.