Ahora que vuelven los días de sol y, con ello, las actividades deportivas al aire libre, necesitamos proteger la vista con gafas de sol. Para que sean eficaces y protejan los ojos de los rayos del sol y la luminosidad, las gafas deben adaptarse a la morfología y a cada práctica deportiva. Veamos el tipo de gafas que mejor se adaptan a su deporte.

Publicación Optical Center, Manu Gosselinois 09.04.2019 - 12h32

¿Qué características han de tener unas buenas gafas de sol para el deporte?

En cuanto a la montura, las gafas de sol deben ser flexibles, para poder resistir golpes, y sólidas, para que no se deformen ni se rompan. Los cristales deben ser resistentes al rayado. Elija gafas que se adapten a su morfología y a su rostro. Un buen truco: añadir a las gafas un cordón elástico para mantenerlas en su sitio. Por último, si el deporte que practica requiere llevar casco, pruébese las gafas con el casco puesto para estar seguro de que se ajustan bien.

¿Qué gafas de sol usar en mi práctica deportiva?

A cada deporte le corresponden unas determinadas gafas de sol. En el caso de los deportes náuticos, no hay nada mejor que las lentes polarizadas para limitar los reflejos y los rayos de luz reflejados. Indispensable: añadir un tratamiento hidrófobo para repeler las gotas de agua. En el ciclismo o carreras a pie, elija gafas ligeras, ajustadas al rostro, para evitar que caigan. Y para más comodidad y mayor protección, elija lentes fotocromáticas. Este tipo de lentes se oscurecen a medida que la luz es más intensa. Por último, en deportes de montaña, elija gafas de montura envolvente con un índice de protección 3 o 4 para proteger los ojos de los rayos ultravioleta.

¿Cómo elegir el índice de protección de los cristales?

Las lentes de clase 1 deben dejarse para salidas en días nublados, por ejemplo, cuando la luminosidad del sol es tenue.
Las lentes de clase 2, con un tintado medio, bastan cuando se va a practicar una actividad en espacios naturales de poca altitud.
Las lentes de clase 3, con un tintado oscuro, permiten hacer frente a una luminosidad fuerte, como es el caso en la práctica del esquí o la vela.
Por último, las lentes de clase 4, muy oscuras, son perfectas para deportes con una exposición solar muy fuerte, como el alpinismo.